
La inversión responsable tiene como objetivo integrar los principios de desarrollo sostenible en las finanzas, es decir, desarrollar soluciones sostenibles para preservar los recursos naturales y humanos.
La inversión responsable tiene como objetivo integrar los principios de desarrollo sostenible en las finanzas, es decir, desarrollar soluciones sostenibles para preservar los recursos naturales y humanos.
Este enfoque busca un impacto positivo en el planeta a través de criterios humanos y ambientales. La conciencia global se está expandiendo en todo el mundo, y las discusiones relacionadas con el clima, los temas sociales y la desigualdad son ahora centrales en las decisiones políticas y económicas. Los actores financieros son eslabones esenciales en la transición energética ofreciendo inversiones más transparentes y con interesantes perspectivas a largo plazo.
Actuar por un mundo mejor apoyando a las compañías comprometidas con el desarrollo sostenible |
Integrar criterios cualitativos y no exclusivamente financieros en las decisiones de inversión |
Invertir con una visión a largo plazo e informar sobre los objetivos cumplidos |
En 2015, Naciones Unidas creó una referencia internacional para las inversiones responsables a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDGs), que reúnen 17 grandes temas para transformar nuestro mundo, incluyendo la transición energética, la lucha contra la pobreza, el acceso a la educación o la igualdad de género.
Existen diversas estrategias para adoptar un enfoque responsable mediante un análisis que va más allá de los criterios puramente financieros:
Exclusión de las compañías cuyas actividades se consideran perjudiciales de acuerdo con la normativa internacional (nucleares, armas)
Inversión orientada a generar impacto social y/o ambiental en la sociedad.
Aplicación del derecho a voto en las juntas generales para participar en las decisiones políticas y estratégicas de las compañías
Inversión que contribuye a los desafíos sociales y/o ambientales, a través de temas específicos como el agua, la educación, la alimentación...
Consideración de los factores medioambientales, sociales y de gobernanza en el análisis extrafinanciero. Esta es la forma más común de evaluar una inversión responsable y puede dividirse en varios enfoques. La estrategia más utilizada, "Best-in-Class", corresponde a la selección de las mejores compañías de cada sector según los criterios ESG.